Abusar de la sal en los alimentos aumenta el riesgo de contraer distintos padecimientos, desde problemas renales hasta ataques cardíacos. Por eso, reducir nuestro consumo de sal es tan importante. Para comenzar a hacerlo te recomendamos:
- Sazonar los alimentos con hierbas, especias y otros condimentos.
- Leer bien las etiquetas de los productos que compras para revisar cuánto sodio contienen.
- Comer más en casa y menos en restaurantes para tener control sobre la cantidad de sal que se utiliza para preparar los alimentos.
- Cuando comas en casa, no tengas a la vista la sal. Muchas veces asumimos que los alimentos necesitan sal extra sin probarlos. Quitando el salero de la mesa puede ayudar a eliminar este hábito.
- Consume más alimentos frescos y menos enlatados.
- Si compras alimentos enlatados, enjuágalos con agua fría para retirar parte de la sal que contienen.
No tienes que eliminar la sal de tu vida, ¡sólo consumirla con moderación!