Beber agua es uno de los hábitos que no pueden faltar en nuestra vida. Gracias a ella, nuestro cuerpo es capaz de eliminar toxinas, mantener la temperatura corporal, prevenir el estreñimiento, eliminar bacterias y proteger a los órganos.
Los jugos, refrescos y otras opciones artificiales no pueden ofrecerte lo mismo que un vaso de agua, pero ¿qué se puede hacer cuando no te gusta el sabor de esta bebida tan simple? Muy sencillo: ¡aromatizarla!
Prueba mezclando un litro de agua con una selección de frutas frescas o hierbas aromáticas. Nosotros te recomendamos estas combinaciones:
- El jugo de un limón o de media naranja y un poco de menta
- Un par de rodajas de pepino y unas de manzana
- Una rodaja de sandía y una de melón
- El jugo de una lima y un poco de lavanda
- Algunas moras y unas hojas de yerbabuena
Cuando se trata de preparar agua aromatizada, ¡tu imaginación es el límite! Experimenta con distintos sabores que te gusten y no olvides disfrutar tu brebaje con hielo para aumentar su frescura.